Hace un par de semanas que volví de un viaje a Italia, durante estos ocho días en Italia me di cuenta de lo difícil que me es estar sin mi familia (ya sea la de sangre o la que uno se ha formado con los amigos) cerca. Y no sé si es porque "en momentos difíciles es cuando nos encontramos a nosotros mismos" o simplemente porque a veces necesitas la distancia para darte cuenta de quien es importante en tu vida. Sea como sea, durante aquella fantástica semana en Italia me he conocido mejor que durante toda la vida.
Así, veo un poco "mi nueva filosofía" como un paralelismo con Italia (y aunque sea muy típico): "Roma (e Italia en general) está en ruinas pero su belleza sigue ahí, si sabes verla", no a todo el mundo le gusta Roma, pues está en ruinas (me sorprendió cuando una amiga me dijo que no le había gustado nada Roma por esta causa, pero para gustos están los olores ¿No?) al igual que tú no le puedes gustar a todo el mundo, sin embargo tienes que saber ver la belleza a Roma, al igual que nosotros debemos ver nuestros mejores puntos y sacarles provecho, porque por muy ruinosos que estemos siempre queda algo de belleza en el interior.
Está muy bien la reflexión de que hay que buscar siempre lo mejor en nosotros mismos ( y en los demás), supongo que por ruinosos te referirás a esas ocasiones en que no estamos en nuestro mejor momentos
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